lunes, 3 de agosto de 2020

SEMANA 3 Y 4: 27 DE JULIO AL 06 DE AGOSTO

SEMANA 3 Y 4: 27 DE JULIO AL 06 DE AGOSTO

LA ÉTICA DEL EPICUREÍSMO. 

EL ARTE DE LA FELICIDAD. Un paseo por el jardín de Epicuro

La proposición más básica de la ética epicúrea sostiene que el placer es principio y fin de la vida feliz, bien primero y connatural, fundamento de toda elección y rechazo, y principio de evaluación de toda sensación (cf.Cicerón 1987 i 9 30; Diogenes Laertius x 128-129). Con esta máxima, Epicuro parece suscribir la tesis central del hedonismo psicológico o motivacional, según la cual es empíricamente constatable que buscamos el placer y rehuimos el dolor en cada decisión que tomamos y curso de acción que seguimos. Sin embargo, el hedonismo epicúreo tiene un carácter complejo que dificulta su localización formal dentro de las teorías éticas. Epicuro afirma explícitamente el valor no-instrumental del placer, pero su noción de lo que lo produce no siempre se identifica con la experiencia sensorialmente placentera, sino que incluye también ciertos estados mentales y psicofísicos que son el resultado de cierto equilibrio interior. Epicuro consiente, además, la postergación de la experiencia placentera, bajo la promesa de un placer mayor en el futuro o la evitación de algún dolor eventual derivado de ella.
Estos rasgos del hedonismo epicúreo -que lo distancian, por ejemplo, del hedonismo cirenaico, para el que la satisfacción inmediata de los deseos es un imperativo (cf. Diogenes Laertius 11 86-90)- fueron reconocidos en la antigüedad por autores incluso hostiles a Epicuro (cf. Cicerón 2004 v 95). Investigadores contemporáneos, como John Cooper, han calificado correctamente el hedonismo epicúreo como un "hedonismo evaluativo" (cf Cooper 2012 416 n. 29; 1999 485-514). Se debe destacar que las pretensiones de Epicuro, así como de la mayoría de filósofos antiguos que desarrollaron una ética filosófica, estaban dirigidas al desarrollo de una determinada concepción de la vida buena. En particular, la orientación de la ética epicúrea, enfocada en el bien individual más que en el colectivo, coincide con el propósito de las teorías contemporáneas sobre el bienestar prudencial. Ahora bien, la posibilidad de entender la ética epicúrea como un tipo de hedonismo prudencial dependerá, en gran medida, de cómo comprendamos el concepto central de esta teoría, a saber: la hedoné y, en particular, la hedoné katastematiké, i. e., el "placer estático" (cf Diogenes Laertius x 136).
El término hedoné, en Epicuro, es una denominación general aplicada a varios tipos de placer. En primera instancia debemos diferenciar y comprender la relación entre placeres corporales y placeres del alma. Los placeres corporales y algunos placeres anímicos están asociados a nuestro contacto más directo con el mundo, y se dan simultáneamente con la satisfacción de un deseo natural y necesario para la supervivencia. Epicuro sostiene, y nuestra experiencia cotidiana lo confirma, que la eventual insatisfacción de estos deseos es experimentada como dolor corporal y anímico. Ahora bien, estos deseos no están orientados hacia un objeto determinado, de modo que su carácter intencionalmente indeterminado ofrece la posibilidad de que sean satisfechos con objetos fáciles de obtener o con otros difíciles de alcanzar. Puede ocurrir que nuestra vana opinión reconduzca nuestros deseos naturales hacia objetos en los que el deseo encuentra su satisfacción, pero que no constituyen un fin necesario. De este modo, por ejemplo, el deseo necesario y natural de comer, que puede ser completamente satisfecho con la ingesta de agua y pan, se transforma en el deseo natural pero innecesario de comer un plato refinado difícil de costear. Epicuro sostiene que estos deseos se originan únicamente a partir de una vana opinión, que nos lleva a desear un objeto que no nos es connatural. La eventual insatisfacción de estos deseos innecesarios no afecta solo corporalmente, sino también anímicamente. La tristeza, por ejemplo, puede originarse por la dificultad de satisfacer un deseo cuyo objeto erróneamente consideramos necesario, como ocurre en el caso de la vana opinión. Así, que busquemos un alimento inalcanzable puede impedir que saciemos nuestra hambre con los alimentos de que disponemos hic et nunc.

(Rescatado de: https://www.redalyc.org/jatsRepo/809/80957098013/html/index.html el día 26 de julio de 2020) 


Compromiso: 
Semanas 3 Y 4: 27 de julio al  06 de agosto

Mapa conceptual sobre el epicureísmo. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario